Oprah y la polarización de un país
José Musse
Esto ya no es un diálogo, ni siquiera una discusión, es una pelea a cuchillo. La sociedad peruana esta peligrosamente polarizada, dividida casi a mitad. Mientras un candidato parece que esta jugando la peligrosa carta de declarar "fraude", con lo que el país podría entrar en un espiral de violencia que no seria difícil escale a guerra civil.
Mario Vargas Llosa arremete contra la candidata presidencial Keiko Fujimori. Un titular de prensa reza "MVLL y 100 intelectuales más rechazan el neofujimorismo". En la otra esquina, Jaime Bayly hace campaña contra el candidato Ollanta Humala en cada oportunidad que tiene. Vargas Llosa llama a Bayly payaso y bufón maligno de Fujimori. Hernando de Soto, el economista que alguna vez recomendó Ronald Reagan leer, cuenta como planeó llamar al más celebre de los escritores peruanos "Hijo de puta".
Pero esto no se limita a estos personajes reconocidos en la pantalla peruana, que juegan un papel protagónico, quizá con mas importancia que los mismos candidatos presidenciales, pues su citas y comentarios generan revuelo internacional.
En el papel secundario de esta gigantesca novela están los empresarios, académicos, periodistas y hasta sacerdotes. A propósito de religiosos, como muestra de como están los ánimos exaltados hasta en la Iglesia católica. Un grupo de sacerdotes de la parroquia La Santísima Cruz de Barranco dio lectura de un comunicado contra el premio Nóbel Mario Vargas Llosa, ocasionado este por los cuestionamientos repetidos que hace contra el Arzobispo Juan Luis Cipriani durante la Era Fujimori.
La acción de los religiosos barranquinos fue criticada por el Obispo Emérito de Chimbote Monseñor Luis Bambarén Gastelumendi, afirmando que “pronunciamientos de este tipo pudieron ser leídos en una conferencia de prensa, no en un templo, que es sagrado”.
Pero todavía hay otros protagonistas, después de los políticos, los intelectuales y los lideres de diversos sectores de la sociedad. Los millones de peruanos que leen, escuchan y miran estos enfrentamientos. Millones de peruanos llevan su propia batalla a los restaurantes, bodegas, talleres. En cada oportunidad que hay cada ciudadano tiene claro quien es el mejor candidato y quien es el mal menor. Amigos se pelean, familiares no se toleran, vecinos ya no se hablan.
Cómo culparlos si durante día y noche, por meses han sido bombardeados con argumentos de quien es el diablo y como exorcizarlo.
La inteligencia debe servir para vivir mejor. La inteligencia es una cualidad que brinda al ser humano creatividad, soluciones, alternativas y lo promueve hacia la exploración de nuevos horizontes. Es un hecho estadístico que en los Estados Unidos de América, las personas más educadas, viven mejor. Esto es lo que se conoce en el mundo académico como "credential society", una sociedad que recompensa a los que mas estudian.
Aunque hay relaciones entre la inteligencia y la educación, estos son entes separados aunque interactúan permanentemente. Como es obvio, se puede tener un alto cociente intelectual y no contar con una maestría o doctorado. A la inversa, se puede tener una inteligencia media (CI-100) y tener mas de un doctorado.
Pero en el caso peruano la inteligencia y educación parecen haber sido erradicadas del mapa y lejos de usarse para mejorar, parecería que se esta usando para dividir y polarizar mas a la sociedad. Los intelectuales han tomado partido, cada uno vendiendo a su candidato a tal punto que se han olvidado de que ninguno de los presidenciables tiene cartas democráticas limpias y que mas seguro seria ser imparcial y apostar por unir propuestas civiles para asegurar que al menor intento de anular los derechos ciudadanos, de dar un golpe de estado, de cerrar medios de prensa, de pagar a periodistas, de cerrar el Congreso, de ignorar la constitución o de violaciones de los derechos humanos, la sociedad entera se movilizará para detenerlos sin importar quien sea.
Los intelectuales peruanos se han dedicado a gritarse unos a otros en lugar de construir propuestas y entregar herramientas a la sociedad civil para segurar que la democracia continúe frente a las amenazas crecientes que se vislumbran.
Extraño al Mario Vargas Llosa que espontáneamente salió a las calles a manifestarse contra la estatización de la banca en 1987 y verdaderamente no entiendo porque los intelectuales peruanos no han tomado caminos similares en esta oportunidad. Ni siquiera por apostar por mecanismos que neutralicen a Ollanta Humala y Keiko Fujimori.
No entiendo porque los intelectuales peruanos se han limitado a decirnos por quien votar.
Esta será una época que pasará a la historia del Perú como la de los intelectuales irresponsables, la de la clase dirigente incendiaria. De una época de tristeza porque no usaron sus habilidades para ayudar a la sociedad peruana a reforzarse como nación, donde hubo ausencias marcadas de llamadas a la tranquilidad y coherencia.
En su ultimo programa en la televisión norteamericana, tras 25 temporadas, la conductora Oprah Winfrey relató como una frase de la neurocirujana Jill Bolte Taylor, transformó su vida. La autora del libro "My Stroke of Insight" le entregó una nota a la presentadora norteamericana que luego esta colgó en su cuarto de maquillaje "Por favor, hágase responsable de la energía que trae a este lugar" algo que convendría entendiera la clase dirigente e intelectual de todo país.
(*):www.josemusse.com
