Friday, January 1, 2021

Se trabaja muy duro



Se trabaja muy duro en guardar las apariencias, tapar cada falla de la organización, justificar los errores que se repiten una y otra vez. Se trabaja muy duro en justificar lo injustificable. Se trabaja muy duro tapando el sol con un dedo. Se trabaja muy duro atacando las críticas y evitando que la verdad se propague. Se trabaja muy duro soportando bomberos de baja calidad que crean infinidad de problemas. Se trabaja muy duro en soportar bomberos corruptos que roban, saquean, quitan esperanza y nos dejan sin buenos equipos. Se trabaja duro haciendo creer que sabemos lo que estamos haciendo cuando en realidad estamos más cerca del analfabetismo. Se trabaja muy duro tragando saliva y sabiendo que se hicieron mal cosas y por ello gente inocente pagará las consecuencias.

Se trabaja muy duro entrenando, creando manuales y procedimientos para seguir. Se trabaja muy duro en fijar metas y estándares de progreso. Se trabaja muy duro en cultivar, formar y promover excelentes equipos de bomberos. Se trabaja muy duro seleccionando a los futuros salvadores de vida. Se trabaja muy duro construyendo un futuro mejor. Se trabaja muy duro escuchando y atendiendo la crítica.

Ambos trabajan duro.

Escoja cuidadosamente el trabajo duro que hará.
José Musse
New York

Conocimientos, manuales, reglas, entrenamiento y procedimientos

Conocimientos, manuales, reglas, entrenamiento y procedimientos. ¿Qué hace a un bombero grande? Conocimientos, manuales, reglas, entrenamiento y procedimientos. Hay dos importantes diferencias entre conocimiento y entrenamiento. Una cosa es saber, otra saber utilizar esos conocimientos, especialmente como labor de equipo, donde todos deben integrarse en una sola fuerza. Entrenamiento bajo manuales de procedimientos nos garantiza que todos saben lo que tienen que saber en el momento de la actuación. Un equipo donde unos saben más y otros menos es peligroso si están en el mismo nivel jerárquico. Nunca me he encontrado con un bombero estadounidense que discuta el valor de tener manuales de procedimientos. Toda su eficacia, productividad y posibilidad de sobrevivir está basado en esto. Una sociedad post industrial tiene protocolos de actuación en su ADN. Que el servicio de policía y bomberos está formado por veteranos de las fuerzas armadas que han visto acción donde la vida y muerte depende de actuar correctamente, los hace entendedores del valor de un comando unificado, bien identificado y de seguir protocolos que aseguran eficiencia y su propia seguridad. El bombero latinoamericano es lo opuesto. Cuando uno les habla de procedimientos te responde que estas limitando su actuación, que no los necesita. Que se está constriñendo su trabajo, limitando su actuación, que las cosas no funcionan así, que una cosa es la teoría y otra la realidad.

El bomberos tercermundista es el único que ve problemas entre lo escrito y lo aplicable. Esencialmente por la pobreza de conocimiento y entrenamiento. He visto incendios tan voraces y peligrosos siendo controlado en segundos por un solo bombero neoyorquino, algo que menos peligroso, denso y dramático tomaría unos doscientos bomberos peruanos y que al final dejaría todo reducido a cenizas y escombros. No miento, ni exagero, lo he visto una, dos, demasiadas veces.

Uno cree y sigue en procedimientos, el otro no. Por cierto, el caudal y presión de la mayoría de hidrantes en la ciudad de New York es idéntico al de Lima. En las películas se ven esos choques de vehículos contra hidrantes que terminan en gigantescas piletas. Eso es lo que es, películas. Que diferencia tiene un vehículo y equipo de bombero de Lima con el de la ciudad de rascacielos, más allá de marcas y colores, ninguno.

El bombero que sigue protocolos puede revisar su trabajo, criticarlo y mejorarlo. El que trabaja sin protocolos solo colectara opiniones que podrán o no servirle, pero que difícilmente podrán servir a todo el colectivo. Un manual de procedimiento en emergencias crea esa plataforma desde donde toda mejora es posible.

La diferencia es el recurso humano. La calidad del bombero es baja, pobre si es que no existen medidas para evaluar su eficacia y productividad. La del peruano ni que decir, en el 2010 la cúpula bomberil se lleno de gangsters a tal punto que ninguno podía ocupar cargos estatales. Con oficiales así, quién podría esperar bomberos de calidad sirviendo en los cuarteles.

Cuando New York enfrentó una reducción de presupuesto los bomberos fueron afectados. Sabemos que el tiempo de arribo de las respuestas a emergencias médicas aumentó un 15%, ¿cómo lo sabemos? porque había indicadores que medir y comparar. Si no existen medidas no sabemos qué tan bien y qué tan mal lo hacemos. La ausencia de medidores son generalmente muestra de mediocridad.

El tema es simple. El bombero estadounidense tiene que tener dos años de estudios universitarios como mínimo y generalmente favorece a los veteranos de las FF.AA. hablo de los servicios profesionales de bomberos, los voluntarios en este país están para pequeños poblados.

Décadas de desnutrición en la niñez ha afectado la capacidad intelectual de los sudamericanos, lo que impacta cada rincón de la sociedad, incluyendo los bomberos. Esto es capacidad de entendimiento, además las relajadas prácticas de admisión empeoran la situación. Bomberos con problemas de inteligencia aunque tengan gran corazón y voluntad, no dejan de ser estúpidos y terminan argumentando que teoría y realidad no pueden casarse porque en su mente él no ha podido resolver temas complejos de la respuesta a emergencia y cuando las cosas se ponen difíciles los nervios lo controlan y un procedimiento a seguir es imposible porque no puede tener la cabeza fría. No ha tenido el adecuado entrenamiento ni manuales de procedimientos que lo guíen.

¿Cuál es la solución? En una sociedad donde la desnutrición es endémica y la inteligencia es difícil de conseguir, más que nunca nos queda construir servicios de emergencia atractivos. Disciplina y sistemas justo de ascensos y promociones atraerá siempre a más personas. Lo que es más importante, personas de calidad.

Un servicio que sea honesto con el bombero y su ciudad siempre atraerá mejor calidad de gente. No somos el mejor servicio de emergencias, pero aspiramos a ser los mejores de nuestra comunidad en 10 años.

Esto crea un sentido real que invita a contribuir y mejorar. Por el contrario un servicio de emergencia tonto que se auto promueva como el mejor sin serlo, creara problemas entre su propia gente.

José Musse New York.

Sin Vacunas

Desde que fundé esta revista en 1997 hice una de mis misiones no solo entrenar y elevar a los bomberos latinoamericanos sino que fue advertir que la corrupción cuesta vidas, que la corrupción está truncando el futuro del país. Que aceptar sobornos o enriquecerse ilegalmente al comprar equipo de bomberos es un acto de traición a la patria.

Poco me tardó en descubrir que los bomberos peruanos no solo defendían los actos de corrupción de sus superiores, sino que atacaban virulentamente no solo mis denuncias sino la de todo aquel que advertía el caos que se veía venir. Bomberos que conocía muy bien se convirtieron en mis mayores difamadores, argumentando y afirmando cosas que sabían ellos muy bien eran falsas. Así fue pasando por años, hasta que en el 2010 el Cuerpo de Bomberos del Perú quedó acéfalo.

Todo oficial calificado para asumir la comandancia general tenía sentencias de corrupción en el poder judicial y por tanto inhabilitados de asumir puestos en el estado peruano. El caos fue tan grande que alguien que no fue bombero debió asumir la comandancia general. Alguien que desconocía de técnica bomberil era el jefe supremo.

A este punto era claro que los bomberos peruanos habían trabajado denodadamente para mandar a la mierda a la institución que decían amaban.

Habían dos tipos de bomberos, los que sabían que estaban mal pero trabajaban porque les convenía por la posición que aspiraban o mantenían y no querían tener problemas con el status quo y el otro género, el que no decía nada porque con ellos no era. Cómplices por omisión en cualquier sistema judicial. En otras palabras, la plana bomberil era de ladrones o eran cobardes.

Ese mal que ocurría en la institución bomberil fue pasando en otras organizaciones del país. El Perú estaba enfermo y a sus ciudadanos no les importaba. En menos de cuatro años el país ha tenido cuatro presidentes, uno de ellos duró menos de una semana. Todos acusados o denunciados por graves casos de corrupción. Ex presidentes en la cárcel o perseguidos por la justicia, uno se suicidó cuando iba a ser arrestado, Alan Garcia prefirió disparar a sus sesos antes que ir a la cárcel.

Hoy en plena pandemia, cuando Estados Unidos de América ha vacunado a un millón de personas en una semana y ha comprometido 200 millones de vacunas de Pfizer y Moderna, el Perú no ha contratado ninguna, los ex gobernantes se culpan unos a otros, ninguno lo hizo. El país a la deriva.

El peruano muere y morirá en grandes números por esta ausencia de vacuna, en algunos casos será porque ellos mismos se hicieron matar, aplaudiendo gobernantes corruptos y en otros casos porque no tuvieron la visión de entender lo mortífera que es la corrupción generalizada.

José Musse New York, USA.

Cuando uno quiere ser mejor, pero los otros no

Hay muchos bomberos apasionados, que tienen el auto entrenamiento como filosofía de vida. Quieren hacer mejor las cosas. Desafortunadamente una inmensa mayoría de bomberos sudamericanos no tardan en darse cuenta que sus colegas, aquellos que visten el mismo uniforme no comparten esa misma filosofía ni estilo de vida.

¿Qué se puede hacer? No mucho. Creo en promover el cambio con el ejemplo, empezando con uno mismo. Si quiere bomberos mejor entrenados empiece consigo mismo e invite a otros hacer lo mismo, uniéndose, compartiendo literatura, videos. Creando grupos de estudio y prácticas. Creé uno que me dio muchas alegrías y fue la base de aprendizaje y mejora.

Si eso no funciona, debe preguntarse uno mismo las razones por las que desea ser parte de un servicio mediocre. En mi caso, entendiendo que la mediocridad era el estándar que me rodeaba y queriendo más de la vida, decidí irme del Cuerpo de Bomberos.

Uno es lo que lo rodea. Nos alimentamos no solo de comida, sino de conversaciones, actitudes, personalidades. Debemos ser cuidadosos y selectivos de lo que leemos, escuchamos y de las personas con las que compartimos el tiempo. Nunca me ha temblado la mano para alejarme o alejar gente de mi vida.

Lo deje estampado como la Reglas 32 de Bomberos “Una organización inepta, corrupta y perezosa puede ser la cuna de un gran bombero pero nunca su casa” Llega un momento en que es mejor irse, de lo contrario uno, con su presencia avala situaciones cuestionables. Si se es oficial la situación es peor. Se es responsable si o si.

Hay bomberos tan incompetentes que son un peligro para la sociedad y para ellos mismos. Uno puede hablarles, aconsejarles pero si no cambian no hay mucho que hacer. No se puede trabajar con ellos, no se puede contar en ellos, pueden poner la vida de uno en peligro, así que tampoco uno puede dar el cien por ciento en la respuesta a emergencias, porque se está solo.

He conocido personas que no eran muy brillantes, probablemente nunca debieron ser admitidos en el servicio de emergencia. Cuatro se accidentaron, uno era de la defensa civil y en un ejercicio de sogas se precipitó a su muerte, otros tres eran bomberos. Murieron bajo circunstancias que no debieron pasar. Triste, pero no se puede hacer mucho cuando la organización acepta a cualquiera, no selecciona con cuidado y no entrena bien.

Puedo ayudar a entrenar al que quiere mejorar, pero el perezoso que no quiere hacer nada y que está convencido que su presencia es un regalo de Dios, no. Si se accidenta es su responsabilidad y de la institución que lo admitió, si fallece en un accidente es su responsabilidad y de los responsables de la institución que lo admitieron y mantuvo en actividad.

Thursday, June 26, 2014

La Explosión en Arequipa, José Musse

He contado que varios años atrás, cuando era bombero voluntario respondí a un incidente que involucraba la fuga de gas en un camión tanque de gas licuado de petróleo frente al aeropuerto internacional Jorge Chávez. El camión tanque había colisionado con otro vehículo. Al arribar descubrí que no parecía existir fisura en el tanque y que la fuga provenía desde la misma válvula, la que procedí a cerrar. Averiguando un poco sobre esta fuga, un paramédico de la Compañía de Bomberos Perú 18, confeso haber abierto intencionalmente la válvula de gas, según dijo "para liberar un poco la presión acumulada por la colisión"

Felizmente, este incidente no llego a mayores. Esa generación de bomberos, incluyendo la del bombero que por incorrecto entrenamiento casi causa una desgracia mayúscula es la que ahora ocupa grados de Brigadier para arriba. Nada ha cambiado, o mejor dicho no ha mejorado el bombero peruano mucho desde aquella época, los mismos errores técnicos y tácticos se cometen.

Traigo esto a colación por la explosión de un camión tanque en Arequipa. Los videos que circulan no dejan mucho espacio para las excusas.

Los servicios de emergencia están para estabilizar situaciones, para salvar situaciones, para evitar el agravamiento de condiciones. La eficiencia de los servicios de emergencia se mide de esta manera universalmente. Dicho en lenguaje simple. Tenemos dos servicios de bomberos que responden a dos incendios en viviendas idénticas. Fuego en la cocina en ambas viviendas. En un caso los bomberos controlan el fuego y este no pasa de dañar la cocina. En el segundo caso, el fuego daña no solo la cocina sino que se extiende por todo el primer piso y luego consume totalmente el segundo piso. En el primer caso los bomberos fueron eficientes, en el segundo no. Lo mismo aplica en el salvamento de vidas, asumimos que paramédicos deben estabilizar al paciente y entregarlo a los médicos de la unidad de emergencia y cuidados intensivos para que estos inicien la cura del paciente.

En el caso de la explosión en Arequipa se ve claramente que los bomberos arriban y luego se produce una explosión. Internamente, entre los bomberos esta corriendo una versión que es más escalofriante y que requiere confirmarse. Según esta versión no confirmada, los bomberos habrían provocado la ignición del gas con su propio vehículo. Los videos muestran gas fugando y luego la bola de fuego, segundos después del arribo de los bomberos. Esto si no ha sido por ignición involuntaria de los bomberos, indica de todas maneras fallas en el aseguramiento de la escena. Los bomberos no solo se aproximaron demasiado a un ambiente explosivo, y fallan en el monitoreo de materiales peligrosos y fallaron en controlar fuentes de ignición.

En el video el testimonio de los testigos es claro. El carro de bombero es el que provoca la chispa de la explosion.

Frecuencia Latina video

Como Perú es un país de apariencias y no de conocimientos, no existen fuentes independientes de investigación que publiquen reportes como la U.S. Fire Administration lo hace sobre incidentes graves de incendios en EE.UU., a través de su Technical Reports. Gracias a esos reportes se conoce lo que realmente paso y se puede aprender de los errores.

El CGBVP históricamente oculta estas situaciones y no las reconoce para guardar esas bobas apariencias, por tanto no se aprende y los errores se repiten una y otra vez.

Es verdad que no hay una evidencia contundente sobre la supuesta culpabilidad de los bomberos en este caso, pero si hay indicios circunstanciales. En el video publicado por Frecuencia Latina se ve claramente la impericia bomberil. Los policías salen huyendo del lugar, es decir no hay coordinación y no se estableció tempranamente la zona segura, por lo mismo se puede concluir no hay un Puesto Comando. La improvisación está al mando y todas estas fallan recaen en el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) que es la autoridad competente por ley, por ende su responsabilidad absoluta.

En otras escenas los bomberos arequipeños parecen interpretar una escena cantinflesca. Se acercan para atacar y ante un incremento de la flama se retiran. ¿Total? Maniobra ofensiva o defensiva. No parecen decidirse, no se hacen ataques con dudas, lo he dicho en repetidas ocasiones, cuando se ataca debe hacerse rápido y con decisión. Un equipo no puede reaccionar con miedo y sin una claridad de objetivos, como parece hacer este equipo y si dicen que es mejor retirarse por prudencia, mi pregunta es ¿Dónde estuvo la debida evaluación del incidente antes de decidir atacar?

Atacar o defender debe ser el resultado de una meticulosa decisión de comando. Aquí no hubo nada de eso, más y más improvisación. Si a esto le agregamos que hay bomberos sin equipo respiratorio frente a un incidente de materiales peligrosos, la evidencia de incompetencia resulta abrumadora e incontestable. ¿Para qué se gasta tantos millones en equipos y ropa protectora de bomberos? ¿Para tener bomberos con cascos en las manos? ¿Para tener los equipos de aire guardados?

Hace unos meses documente como 16 bomberos controlaron un incendio en New York que hubiera requerido 200 bomberos peruanos y que al final, luego de usar más de 100 mil galones solo dejarían cenizas, mientras que los estadounidenses salvaron dos viviendas de madera sin usar más de 2 mil galones de agua.

Tantas décadas de jefes ladrones ha dejado múltiples generaciones de bomberos inútiles, que son más peligrosos que algunos incendios. La pregunta ahora es cuánto tiempo tardará esto en ser comprendido por la población general. Las redes sociales hoy en día no permiten se esconda la incompetencia.

Mi conclusión final es que si estos bomberos no provocaron la explosión por su incapacidad muy bien podrían provocarla la próxima vez. El país puede muy bien gastarse otros 50 millones de dólares en equipar a bomberos con la mejor tecnología y si quiere otros 300 millones de dólares, igual nada cambiará, y es que el problema del CGBVP no es de equipos o maquinaria como la cúpula corrupta ha querido hacer creer a un sector de la población. El verdadero problema del Cuerpo de Bomberos del Perú es la baja calidad moral, técnica e intelectual del bombero peruano y eso ni con 10 mil millones de dólares se arregla, solo con voluntad política y esa no hay, aunque es más barata no deja comisiones.

Thursday, June 19, 2014

Tácticas en Combate de Incendios, José Musse

Comencé a dictar el curso de “Tácticas en Combate de Incendios” en 1989, usando el modelo que había creado el Jefe de Bomberos Lloyd Layman de quien siento recibí las primeras clases inspiradoras. Luego de 18 años han sido varios los cambios, innovaciones y ejercicios que he ido introduciendo al curso, pero siempre fueron cambios menores. Sin embargo, para cuando desarrollé el Taller “La Mente del Estratega en la Respuesta a Incidentes” los cambios fueron sustanciales. Primero porque éste buscaba ser un curso internacional que incluyera conocimientos de operaciones en edificios de muy variados códigos de construcción, donde existen estructuras que bajo completa exposición al fuego durante 5 minutos podían colapsar. En otra clasificación de construcción la regla de 20 minutos era fundamental para empezar a considerar seriamente remover a los equipos que trabajaban interiormente. Esta fue una regla muy aceptada y difundida donde existía este tipo de edificio de construcción. Era perfecto estimar los tiempos máximos porque casi coincidían con los tiempos de agotamiento de aire de los equipos de respiración autónomos o SCBA. Ahora los equipos de respiración se han modernizado y los tiempos de consumo alargado a 45 minutos, entonces las reglas de seguridad no han cambiado pero si la forma de monitorearlos. Ahora que menciono la seguridad del bombero, un concepto importante y nuevo recogía en el Taller “La Mente del Estratega en la Respuesta a Incidentes” es que “Una buena Táctica en el Combate de Incendios garantiza que los hombres regresen a casa” Es necesario entender, que saber desplegar los equipos en el campo de incendio, saber convocarlos, asignarles tareas, monitorear su progreso, es fundamental para la seguridad de todos. Algunas cosas elementales no han cambiado. Hay cosas que siguen siendo buenas y valiosas de llevar acabo, como desplegar mangueras para proteger exposiciones y que los hombres entiendan que muchas veces no debe interesarnos tanto apagar el fuego y que es mejor desplegar mangueras para garantizar accesos y salidas en edificios ocupados. Pero hay otras que aunque están sujetas a los principios inequívocos aprendidos en cientos de años de combatir incendios, llevarlas adelantes involucran sustanciales cambios. Cuando inició mi carrera las mangueras de 1” era un referente de acción rápida, con el que mi generación aprendió a no desplegar por preferir las mangueras de 1 ½” que muchos en mi viejo servicio se resentían a usar prefiriendo la comodidad que daban los carretes de 1” que solo administraban 30 G.P.M. (113 LPM) Hoy, las mangueras de 1 ¾ que eran la novedad hace 20 años han terminado imponiéndose. Es difícil encontrar textos modernos que hablen de mangueras de 1 ½”. Más allá, el uso de mangueras de 2 ½” se ha popularizado para ataques iniciales y muchos manuales de procedimientos la exigen en cierto tipo de incidentes como la primera de las acciones que involucren mangueras de ataque. Básicamente los abastecimientos de autobombas con mangueras de 5” han superando las que hace unos años eran una novedad, 3” y 4”. La tendencia es requerir mayor volumen de agua en el menor tiempo posible y con menor pérdida por fricción. Esto no es solamente para el Comandante de Incidencias, es una tendencia que se extiende a otras normativas de la NFPA. Si revisamos la NFPA 14: Standard for the Installation of Standpipe, Private Hydrants, and Hose Systems, antes de 1993 se buscaba un máximo de presión de agua en el piso más alto de 65 Lbs/pulg2 (4.5 Kg/cm2). Después de 1993 la exigencia ha crecido a 175 Lbs/pulg2 (12.3 Kg/cm2) en el piso más alto de un edificio y se exigen salidas de 2 ½”. Una de las dificultades que tengo explicando a los que asisten a mi clase y que provienen de servicios de bomberos que no disponen de grandes fuentes de abastecimiento de agua. Es que prefieren usar pequeñas mangueras con diámetros diminutos de agua que permitan que su tanque de agua dure lo suficiente hasta que llegue la ayuda. Algunos tanques suelen ser de 1.000 galones (3.785 Litros). El agua no es como el dinero que gana intereses en los bancos. El agua no sirve de nada manteniéndola intacta en el tanque de agua cuando enfrentamos un incendio. Es importante que el oficial que toma decisiones aprenda a diferenciar cuando un fuego de tamaño significativo puede ser aplacado rápidamente con una poderosa manguera de 2 ½” descargando 300 G.P.M. (1.135 L.P.M.) aunque ello signifique solo 3 minutos de operación y sea agotar todas nuestras reservas de agua. Puede no extinguirse el fuego, pero si llevarlo a un punto que haga que una operación adicional interior e intensiva lo extinga por completo. Como utilizar extintores manuales. Esto podrá no ser usual de recomendar en grandes metrópolis pero un servicio rural o de un pequeño poblado podría beneficiarse. Por otro lado, mangueras de 1 ½” o 1 ¾” desplegadas en los contornos de un área envuelta en fuego, protege exposiciones y por ende la extensión del fuego. Muchos servicios de emergencias deben entender que si no son dominados por la atención del fuego, si no caen en una visión de túnel, pueden decidir por esta maniobra defensiva que requiere de muy poca agua y que garantiza que las perdidas no sean mayores. Creo que un buen oficial debe saber cuando debe usar una u otra regla de operación en especial cuando proviene de servicios pequeños donde la ayuda es limitada a diferencia de las mega ciudades que a la solicitud de ayuda, arriba en poco la caballería con toda su rica parafernalia. La NFPA 1410 de 1984 llamada “Ataque Inicial de Incendios” me sirvió de modelo profesional en mi temprana carrera, aun siento la nostalgia de lo que significaba aplicar 200 G.P.M. (757 L.P.M.) en un minuto de dada la orden y luego respaldar esa operación con la puesta en marcha de otros 200 G.P.M. (757 L.P.M.) Lo primero se hacía con dos mangueras de 1 1/2” que en la realidad se usaban en proteger vías para rescate o exposiciones y luego respaldadas por otra de 2 ½” manteniendo flujos al menos de 400 G.P.M. (1.514 L.P.M.) en la primera hora o que eran la línea de agua que apagaría el foco principal del fuego. Esta norma ha cambiado radicalmente. Ahora con otro nombre que señala la tendencia de suministrar más caudal y más presión como reseñaba anteriormente. La NFPA 1410: Standard on Training for Initial Emergency Scene Operations, tiene ejercicios bastantes más complejos y con mangueras de mayor diámetro. Apropósito de pérdidas por fricción, cuando empecé a dar clases de “Hidráulica Aplicada a la Protección Contra Incendios”. Tenia una tabla del fabricante de bombas “Hale” que decía que debía considerarse 45 Lbs/pulg2 (3.16 Kg/cm2) como pérdida de fricción en mangueras de 1 ½” que descargaban flujos de 125 G.P.M. (473 L.P.M.) 10 años después las nuevas mangueras recomendaban estimar solo 36 Lbs/pulg2 (2.5 Kg/cm2) esto sin aditivos acuosos. El rozamiento del agua se había reducido con mejor recubrimiento interior de las mangueras. Se podría decir que el entrenamiento para responder a eventos que pueden generar un potencial backdraft no ha cambiado, aunque sutilmente habría que aclarar que con la mayor compartimentación de edificios los potenciales backdraft o sus señales pueden estar ocultos desde afuera o quedar fuera de la vista. Las señales de color de humo, apariencia y comportamiento podrían quedar disimuladas en los edificios de grandes extensiones que sufren fuegos. Advertir a los bomberos que esto ocurre y que es mejor dar prioridad a las maniobras defensivas en situaciones complejas que no lo parecen tanto. Hacerlo es una buena alternativa para la seguridad y sobrevivencia del bombero. Algunas cosas he puesto en revisión luego de mi conversación con el Deputy Assistant Chief John Norman del Departamento de Bomberos de New York (FDNY) ahora retirado del servicio, quien sugiere que las maniobras ofensivas si no han sido exitosas dentro de 20 minutos debemos cambiarlas por defensivas. Antes, yo recomendaba 10 minutos. Esta diferencia significativa de tiempos, me ha llevado a estudiar esta situación con mayor detenimiento. New York tiene edificios muy complejos y hasta gigantescos si los comparamos con los existentes en Buenos Aires, Lima, Caracas o Madrid.
Él hace una distinción que me resulta de lo más atrayente y es que para él, que fue Jefe de Las Operaciones Especiales del Departamento de Bomberos de New York (FDNY), hay que distinguir claramente dentro de las maniobras defensivas y ofensivas el modo de “No Atacar” que pueden resultar obvias frente a un BLEVE pero que son muy difíciles de tomar o de visualizar en otros escenarios que pueden ser iguales de destructivos y que como idea es tan seductora como el concepto opuesto de “Defender en el Lugar” que se puede escoger cuando las opciones de evacuar son casi imposibles. ¿Qué se necesita para ser un buen Oficial Táctico? Lo mismo que para ser un buen Chef. Conocer los ingredientes que dispone y conocer sobre química de la cocción que será lo que le ayudará hacer un plato de gran sabor. La clave está en cuándo hacer cada cosa en su exacto momento y por el tiempo necesario. Igualmente, el Comandante de Incidencias debe saber cuándo, cómo, por qué, para qué y durante cuánto tiempo debe hacer cada cosa. Ello puede tardar tiempo, requerir mucha disciplina personal y mucha entrega profesional.

Intervencion de bomberos, Jose Musse

Emergencia en el subterráneo de Nueva York. Fotos de la intervención de los bomberos.
Jose Musse