José Musse
Un amigo me recomendó leer un inusual artículo en inglés escrito sobre la cultura Hip-hop y los raperos, escrito por Cedric Muhammad titulado “The Death Of The Group & The Art Of Professional Loyalty” En el Muhammad diferencia la lealtad personal de la lealtad profesional. Uno debe ser leal con uno mismo, con su familia. Sin embargo, es superior la lealtad profesional y esta debe imponerse muchas veces por encima de los intereses personales.
Tal es el caso del CEO de Microsoft Steve Ballmer que durante una reunión de empleados de toda la compañía en el Seattle Sports Stadium en setiembre del 2009 descubrió a uno de sus empleados con un iphone (creado por el archi competidor; Apple) y se lo quitó para simular romperlo en el suelo delante de miles de empleados. Muchos empleados de Microsoft han estado usando iphones a escondidas. Microsoft ha fallado en crear un equipo electrónico creíble que compita en el mercado con el producto de Steve Jobs.
Balmer fue más allá y explicó en su discurso que su padre trabajó para Ford y su familia condujo automóviles Ford aunque estaba seguro que muchos empleados creían que los vehículos que hacía Ford no eran los mejores, muchos lo hacían como demostración de lealtad profesional.
Entender el significado y alcance de la lealtad personal y la lealtad profesional es importante para surgir en un mercado competitivo. Lamentablemente pocos lo tienen claro, muchos confunden los conceptos si es que separadamente los entienden.
Como Cedric Muhammad explica; políticos cambian de partidos y siguen ganando elecciones. Entrenadores de futbol, basket, natación cambian de equipos y siguen ganando campeonatos.
Cuando un americano quema la bandera de Estados Unidos frente al Congreso no esta traicionando a su país, esta diciendo que los valores en que cree está fundado el país se están destruyendo. Esta demostrando su lealtad consigo mismo.
Cuando comencé a escribir por Internet mucho antes que naciera la revista “Desastres.org” muchos bomberos peruanos no entendían porque criticaba al sistema al que había pertenecido (estaba quemando la bandera). Menos, por qué acusaba a determinados bomberos de corruptos aunque ellos sabían lo eran, creían estaba mal publicarlo. Calificándome de traidor y tratándome como un enemigo que desprestigiaba a la institución. Emplazándome en foros públicos como renegado, resentido y hasta expulsado de la institución bomberil, cosa que nunca pasó.
Principios Constituyentes
Uno acuerda con personas y hace amigos porque se relaciona por principios y creencias. En la década del noventa creé un concepto al que llamé “Principios constituyentes” Uno no puede ser leal a emblemas, insignias o edificios. Tampoco es leal a otra persona como quien firma un cheque en blanco, ni la amistad o el compañerismo es una carta libre para hacer lo que se quiera.
Uno no hace amigos de esa manera, no si hablamos de relaciones sanas e inteligentes. Uno basa sus relaciones de amistad y compañerismo en determinados principios. Laboralmente uno es leal a esos principios.
Me pregunto cuántos de los lectores podrían seguir llamando amigo o amiga a alguien que seduce o viole a su esposa o esposo. La amistad impone condiciones, las relaciones profesionales también.
Muchos bomberos peruanos irritados conmigo asistían a mis seminarios para reclamarme por mi actitud. Con la mayor tranquilidad posible les explicaba que cuando vestí el uniforme del Cuerpo de Bomberos del Perú acordé salvar vidas y propiedades. Cuando un bombero robaba gasolina, abusaba del puesto o utilizaba los bienes públicos del Cuerpo de Bomberos para su beneficio personal. El y no yo, estaba violando esos principios constituyentes que había previamente acordado defender.
Por supuesto, muchos bomberos peruanos lo entendieron desde un principio y apoyaban mi trabajo proveyéndome de más información. Convencidos que limpiada la institución de maleantes todo iría mejor. Denunciar para ellos, era como para mi un compromiso por el beneficio del Cuerpo de Bomberos y del país.
Se me decía que los trapos sucios debían lavarse en casa. ¿Por qué? En realidad no se porque decían eso, generalmente no los lavan, los ocultan y protegen. En realidad creo que estos enviados escribían sin pensar, repetían lo que sus jefes le daban.
Mi respuesta siempre era: Mi casa esta limpia, siempre se limpia. Puedo abrir la ventana y dejar que otros miren, pueden mirar debajo de las alfombras. Esta limpio, no hay nada que avergüence ni nada que ocultar. Y, eso que nunca he manejado fondos públicos ni donaciones.
Viviendo en otros continentes pude comprobar que estaba en lo cierto. Los jefes de bomberos de los mejores países no usan argumentos tales como los de “la ropa sucia se lava en casa”. Por el contrario, creen que todo servicio publico debe ser transparente y es legitimo estar bajo escrutinio si se siente hay algo mal.
Bomberos a Su Suerte
Hace unas semanas en el bar neoyorquino “Salty Dog” un grupo de tres bomberos se enfrascó en una brutal pelea callejera. Ahora enfrentan la corte y posibilidad de cárcel, incluyendo posesión ilegal de arma. Ninguna autoridad del Departamento de Bomberos de New York (FDNY) ha salido a defenderlos, ni saldrá. Para todos, ellos han desacreditado la institución, fallado en su lealtad profesional, roto los principios constituyentes en los que se supone debieron defender.
Si este episodio hubiera ocurrido en un país sudamericano probablemente la escena hubiera sido totalmente diferente. No se hubieran demorado en salir a palestra los “Mira hay que considerar que son bomberos veteranos y han salvado muchas vidas”, “Pobrecitos, un error lo comete cualquiera”, “No se les puede arrestar porque estamos bajo en numero de bomberos”, “Que tan malo es tener un arma ilegal cuando hay tanto peligro en la calle, primero que la policía mejore la seguridad y después que vayan preguntando cuántas armas sin licencia hay”.
Eso en la calle, entre los propios bomberos la historia sería peor. “El comandante debe hablar y hablar por sus hombres no sé que espera”, “Que el fiscal no piense que si hay un incendio en su casa vamos a ir”, “No es la primera vez que se incendia la corte ya tendrán que pensar bien todo esto”. Claro, si los bomberos no son “amigos” es otra la historia.
Las cosas andan mal donde hay gente confundida. Donde principios como lealtad y deslealtad no están claros y se criminaliza al que denuncia y no al que comete el crimen. Todo seguirá al revés mientras no se eduque. El tercermundismo es mental y es esclavizante.
Alberto Fujimori sigue con adeptos porque para muchos peruanos está bien que un presidente sea corrupto con tal que haga algo, que demuestre que trabajó. Con tan baja estima y bajísimo estándar de expectativa el futuro de los peruanos será triste. Pide poco y tendrás menos. Sueña con más, trabaja por más y exige más. Este último concepto no esta en sus mentes.
Pero los servicios de emergencia que destacan internacionalmente, que tienen claros protocolos, procedimientos escritos, ensayados regularmente, probados en situaciones reales, con altos estándares de respuesta a emergencias, todo fluye de forma rápida, y eficiente. Detrás, el verdadero back up, el secreto esta en su clase de bomberos, en el recurso humano, que sabe donde esta, que sabe lo que hace, que sabe lo que quiere y sabe a donde se dirige.
A los otros servicios de emergencia solo les queda mirar y pretender que son igual de eficientes. Decírselo una y otra vez, hasta que ellos mismos terminan creyéndoselo. Lamentablemente para ellos, un profesional sabe reconocer rápidamente a un amateur.
Me pregunto con temor de rebundar. Cuántos servicios de emergencias pueden decir que su gente sabe donde esta, que sabe lo que hace, que sabe lo que quiere y sabe a donde se dirige.
(*): Site del autor: www.josemusse.com
E-mail: jmusse@desastres.org