José Musse
Los peruanos tienen vocación suicida. Pero no se confunda, si el país andino apuesta por el autoritarismo es entendible, porque los supuestos demócratas que han gobernado no han sido mejores que mucho de sus generales cavernícolas.
Hay tal carencia de liderazgo y visión de futuro entre los candidatos presidenciales supuestamente demócratas, que en su “yoyismo” no avizoraron los riesgos en los que pondrían al país al no crear un frente unido. Una historia reciente que se ha podido aprender de Venezuela.
Hay profetas de diferentes colores que nos tratan de convencer a través de la teoría del mal menor que hay que votar por Ollanta Humala, otros cómodamente ven representado al mal menor en Keiko Fujimori. Instan al colectivo que votemos basados en esa lógica.
No sé en que momento terminamos por apostar entre presidenciables con credenciales delictivas, con familiares encarcelados. En un momento en que los Zetas avanzan en el continente, una cúpula delincuencial en el poder pone en riesgo a la nación entera. Hay demasiados carteles de narcotráfico infiltrando el poder político de los países de la región.
La sociedad peruana está enferma y necesita un sicoanálisis masivo. Rehúso a votar por miedo, por males menores y no por conciencia o principios. Quizá sea ingenuo e idealista, pero por no serlo hoy día Perú esta agonizando y acariciando la posibilidad de una guerra civil. Ollanta Humala ha creado tantas expectativas que probablemente no pueda controlarlas en su momento. Keiko Fujimori trae consigo a políticos envueltos en crímenes y encubrimiento de delitos graves.
Rechazo toda posibilidad de verme forzado a una situación política tan despreciable.
Puede no pasar ninguna de las plagas del Apocalipsis por las tierras incas pero la sola posibilidad es enfermiza.
Si un grupo masivo decide suicidarse, quemándose a lo bonzo o lanzando una frágil barcaza en un mar tormentoso, será esa su voluntad. Dado que todos los argumentos por no apostar por esas alternativas han fallado, no queda mas que “prepararse para impacto” (Embrace for impact).
Renuncio a estar en ese barco o quemarme estúpidamente con otros ciegos. A los que creemos en la democracia, en la civilidad y en un mundo donde el crimen organizado sea perseguido, no nos queda más que prepararse para la lucha cívica, de protesta activa y vigilante.
Esta podría ser una larga lucha, pero los peruanos estamos habituados a estas batallas.
Mi voto es viciado.
(*):www.josemusse.com