Durante muchos años creí que formar nuevos bomberos, invertir en las nuevas generaciones haría la diferencia en el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP). Trabajé en la instrucción de bomberos, en su selección con un equipo inigualable, buscando mentes prístinas e idealistas.
Me tardó casi dos décadas darme cuenta de que eso no era la solución, que esos bomberos alguna vez promesas se convierten rápidamente en inmundos defensores de la podredumbre. Por eso cuando veo a otros bomberos que realmente creen que esa es la solución, les repito, que la cultura institucional es mas poderosa, tan poderosa que contamina todo lo bueno que entra, siendo la regla y no la excepción que hayan bomberos que sigan siendo idealistas y conserven su buena reputación en un ambiente tan contaminado.
Voy a contarles un caso para documentar uno de los tantos ejemplos que conozco, uno particularmente triste.
Desde hace unos meses atrás, por razones difíciles de entender para mi, el Capitán CBP Adolfo Biorggio Effio, Jefe de la Compañía de Bomberos Antonio Alarco Nro. 60, comenzó a enviar mensajes de correos en las que me cuestionaba y acusaba de ser un "expulsado" del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú.
Como no es raro, nunca presento copia de documento alguno que respaldara sus afirmaciones. No hubo mención a resolución jefatural, nada de nada.
Habiendo trabajado en el mismo tiempo en la Dirección de Seguridad del CGBVP, Biorggio sabia perfectamente la verdad y no podía haber duda alguna en él que me fui sin ninguna razón mayor que el crecimiento personal y el auto convencimiento de que la institución voluntaria no era lo que buscaba.
Ciertamente irme del CGBVP donde tenia una prometedora carrera, no fue una decisión fácil, ni algo que decidí en dos minutos. En realidad es algo que comencé a barajar por años y quizá empezó en 1992 cuando las elecciones internas y puyas en el CGBVP se tornaron especialmente agresivas. El Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) quedó con doble comando en aquella época; uno que desconocía al otro. En esa lucha interna, el muy querido Brigadier CBP Rómulo Dávila fue degrado en venganza.
Creo que fue en ese instante cuando empecé a cuestionarme si valía la pena ser parte de una institución como esta.
Ante el agravio que sufrí, felizmente no falto la ayuda de algunos oficiales de bomberos, algunos inspectores de bomberos que desmintieron conocer o que existiera tal expulsión. Sus testimonios quedaron grabados en video para la posteridad.
Expuesto el mentiroso señor Biorggio escogió otra línea argumental. Esta vez emitió otro correo electrónico, acusando como parece ser su característica, sin documento alguno que lo respalde.
Este afirmo que mis criticas al CGBVP tenían doble intención, pues mi afán según él era de hacerme cargo del entrenamiento de bomberos, según él. Esto me daría mucha reputación.
¿De donde saca esto el iluminado señor Biorggio Effio?
Vamos por partes.
He entrenado bomberos como miembro del CGBVP, así que hacerlo ahora no me va a dar especial reputación (Amen que no me gusta hacer lo que ya hice, así no se crece profesionalmente). Volví a entrenar bomberos voluntarios peruanos desde que funde el Centro de Entrenamiento de Bomberos Profesionales con 600 becas que otorgamos para promocionar el Sistema de Comando de Incidencias y si dejamos de otorgar mas becas fue una decisión unilateral de nuestra parte como consecuencia de la Marcha de los Cuatro Suyos. Esas fueron becas y nunca le costo un centavo al CGBVP ni a esos bomberos. Ciertamente asigne las becas sin consultar a la institución voluntaria.
Además, cuando he recibido invitaciones de Compañías de Bomberos Voluntaria en el Perú para dar una conferencia o dictar un curso después del 2000, amablemente me he disculpado y he afirmado que no me vinculo con organizaciones que han sido denunciadas por corrupción. Lo que me recuerda que nuestra revista tiene listada al CGBVP como una institución corrupta con la que se recomienda no establecer vínculos, así que menudo lío seria no seguir las propias recomendaciones.
De otra parte, el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) no tiene el perfil de un servicio de bomberos donde la inventiva y técnica iluminen al mundo, así que enseñar ahí, particularmente no eleva la reputación de alguien.
Si el señor Biorggio Effio se refiere hacer negocios con el CGBVP, puedo afirmar que no tengo impedimentos legales para hacerlo, pero como he sostenido en múltiples ocasiones, no ha sido mi intención en el pasado hacer negocios con el CGBVP y no es particularmente interesante para mi, mucho menos ahora que no resido en el Perú.
Ciertamente soy consciente que podría haberme enriquecido hace muchos años, si en lugar de criticar hubiera escogido el halago, pero ello solo demuestra mi voluntad de quemar puentes y no de construirlos. No veo como alguien puede creer que si mi intención es hacer negocios u obtener algo del CGBVP no he ido directamente con una propuesta en lugar de invertir década y media, tratando a la casi generalidad de oficiales como tarados y corruptos sin mencionar que colectivamente no he sido mas suave con los subalternos.
La Ética de la Critica
He conocido cientos de bomberos que han criticado al CGBVP y sus oficiales hasta conseguir un puesto, ascenso, etc. Particularmente me parece patético. Estos 14 años que tiene la revista "Desastres.org" ciertamente me he mantenido alejado de caer en los errores de otros, pues ello ciertamente desacreditaría todo el trabajo.
¿Saben porque la actuación del señor Adolfo Biorggio Effio es particularmente una bajeza? La ultima vez que lo vi, fue hace casi dos décadas, cuando fue a buscarme para pedirme dinero prestado urgentemente pues debía atender una emergencia familiar. Nunca mas lo volví a ver, nunca mas me busco y nunca retorno el dinero prestado y desde esa fecha no había vuelto a saber de él, hasta ahora.
No puedo dejar de pensar en como alguien que alguna vez fue un joven bombero, idealista, se convierte en un calumniador. En alguien que tiene la necesidad de mentir quizás para edificar una carrera o asegurar que quien lo puso en la jefatura le permita estar en la misma o bajo la promesa de otro puesto.
Biorggio era un joven bueno, lleno de energía, incapaz en mi parecer de actuaciones como estas. Pero de adolescente la vida se ve de otra forma, de joven ese idealismo persiste. En la vida adulta, surgen otras necesidades, muchos se confunden creyendo que edificar una carrera es lo mismo que trepar. Donde todo es válido.
Si un oficial de bomberos debe edificar una carrera mintiendo, calumniando y no es castigado, la institución se contamina. Si este envía un mensaje lleno de mentiras y otros bomberos lo dejan pasar aun sabiendo que es una falsedad, porque no tienen el coraje de confrontarlo o porque no les importa, entonces la mentira se convierte en la norma y el grupo se convierte en cómplices. Y, lo mas importante es que donde los principios se pierden, se construye las bases del crimen organizado.
Y, todo estos mensajes pasaron delante de muchos oficiales y subalternos de la Alarco 60.
Esto explica como con pequeños pasos la institución ha llegado a donde esta.
No olvide algo, siempre es el sistema, el sistema y solo el sistema. Cuando se invierte en construir sistemas, se edifica instituciones. Si no se ha trabajado el suelo, no se puede sembrar. Por buena que sea la semilla, no prosperara.
La vida mancha, felizmente solo mancha a quienes se dejan ensuciar.
(*): Site del autor: www.josemusse.com
E-mail: jmusse@desastres.org
Tuesday, January 25, 2011
La Vida Mancha
José Musse
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